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Biografia de Pedro Martinez

Biografia de Pedro Martinez

Pedro Martínez es el quinto de seis hijos de Paulino y Leopoldina. Pedro y sus hermanos heredaron la destreza que tenía su padre cuando era pitcher en la liga amateur. Cuando él tenía 9 años sus padres se divorciaron y sin importar nada de eso llevan una familia muy unida.

Cuando era niño hacía pelotas de media, frutas, piedras y hasta las cabezas de las muñecas de sus hermanas las usaba para hacer pelotas y poder lanzarlas por doquier. "Cuándo mis hermanas regresaban a casa desde el colegio, y encontraban sus muñecas decapitadas solo se les oía decir, Mami!!! Mami!!!Pedrito otra vez, Pedrito otra vez!!". Yo tomaba todo lo que fuera redondo para jugar baseball. Esa fue mi pasión por siempre.

Su hermano mayor Ramón, que también es pitcher, fue el primero de los hermanos que hizo un gran trabajo en las grandes ligas. Ramón y Pedro jugaron juntos en los Dodgers de los Ángeles en 1992 y 1993; en 1999, el equipo de los Medias Rojas de Boston reunió a los dos nuevamente cuando ellos firmaron a Ramón. Su hermano más joven Jesús, también juega baseball. Pedro y Ramón se enfrentaron en el único partido que han jugado contrarios y el equipo de Ramón se llevó la victoria 2-1 en un súper duelo de hermanos.

En una profesión donde la mayoría de los pitchers miden 6 pies y dos pulgadas o más altos, Pedro solo tiene 5 pies y 11 pulgadas y 170 libras de peso. Martínez resulta una anormalidad. Y aunque la mayoría de las personas y personalidades del Baseball piensan que él es el mejor pitcher de las mayores, a él no se le sube la fama a la cabeza. "He sido capaz de mantenerme saludable y establecerme en las mayores. Yo no me veo a mí mismo como la gran cosa. Trato de ser lo más simple posible y hacer mi trabajo lo mejor posible para justificar mi paga. Yo fui un hombre pobre con una familia pobre. Ahora vivo un poco más confortable y no tengo por que estar mostrando lo que tengo".

Fue una gran tarde de verano cuando estaba listo por salir de mi apartamento, sabiendo que mi rival de ese día iba a ser mi hermano Ramón en el juego. Y, aunque los resultados fueron estupendos, mi hermano y Dios son dos personas que nunca me gustaría competir en contra de ellos.

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